La lengua es un órgano vital en nuestra boca, que cumple funciones como percibir el gusto, intervenir en la masticación y en la deglución de los alimentos, además de ayudarnos a comunicarnos. Pero, entonces ¿por qué es uno de los órganos que más descuidamos?
En la lengua se acumulan una infinidad de bacterias de la cavidad bucal y ello puede provocar patologías o problemas como, por ejemplo, el mal aliento. Es importante conocer e identificar cuándo nuestra lengua no tiene la higiene adecuada. Para ello, debemos fijarnos en el aspecto y el color de ésta, ya que siempre debería presentar un color rosado. Si por el contrario hay una capa de color amarillento, significa que no está limpia.
En la mayoría de los casos se nos olvida limpiarla, por eso hoy os traemos algunos consejos para cuidar la higiene de nuestra lengua, esa eterna olvidada:
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En primer lugar, durante el cepillado de los dientes, debemos pasar también el cepillo por la lengua. Algunos modelos traen incorporado, por la parte de detrás de las cerdas, un relieve para limpiarla, no lo hagáis con las cerdas ya que no están creadas para ello.
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Como esto muchas veces no es suficiente, recomendamos hacer uso de un limpiador o raspador lingual. Debes pasar el instrumento suavemente por la superficie de la lengua, empezando desde atrás (lo más atrás que puedas) hacia adelante. Repite esta acción varias veces limpiando el raspador con agua tras cada pasada.
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Además, puede ser recomendable añadir un enjuague bucal, personalizado a tus necesidades. En general el uso de un colutorio de uso diario durante 1 minuto aproximadamente tras el cepillado, te permitirá tener una higiene bucal más completa y tener un aliento fresco.
Desde nuestra clínica además de seguir estos consejos, te recomendamos visitarnos y realizar una limpieza bucal en profundidad. No dejes pasar el tiempo y pide cita ya.