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Guía para padres: ¿Qué es la ortopedia maxilar y cuándo debe iniciarse?

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Cuando se trata de la salud oral infantil, la mayoría de los padres piensa en cepillado, caries o dientes mal alineados. Sin embargo, existe un aspecto menos conocido pero crucial en el desarrollo facial de los niños: el correcto crecimiento de los huesos maxilares. La ortopedia maxilar se encarga justamente de eso, y puede ser la clave para prevenir problemas dentales y faciales antes de que se vuelvan complejos.

 

¿Qué es la ortopedia maxilar?

La ortopedia maxilar es una especialidad dentro de la odontología infantil que se centra en corregir alteraciones óseas durante el crecimiento. A través de dispositivos específicos llamados aparatos ortopédicos funcionales, este tratamiento permite guiar el desarrollo de los huesos de la cara, logrando una estructura equilibrada y funcional.

La diferencia principal con la ortodoncia es que esta última corrige la posición de los dientes, mientras que la ortopedia maxilar modifica el crecimiento óseo si se aplica durante las etapas tempranas del desarrollo (entre los 4 y 10 años).

 

¿Por qué es tan relevante un tratamiento temprano?

Los primeros años de vida representan una ventana de oportunidad única para intervenir en el desarrollo facial. Durante este periodo, los huesos del cráneo y la mandíbula son más moldeables, por lo que cualquier corrección puede realizarse de manera más eficaz, menos invasiva y con resultados más duraderos.

Una intervención a tiempo no solo mejora la estética facial del niño, sino que también evita complicaciones futuras como:

  • Maloclusiones dentales severas

  • Problemas en la articulación temporomandibular (ATM)

  • Necesidad de tratamientos ortodónticos prolongados

  • Riesgo de cirugías correctivas en la adolescencia

 

¿Cómo funciona un tratamiento de ortopedia maxilar?

Los tratamientos de ortopedia maxilar se adaptan a cada niño, pero todos tienen un mismo objetivo: reconducir el crecimiento óseo hacia una posición armónica.

Esto se logra mediante:

  • Aparatología especializada: Se colocan dispositivos (removibles o fijos) que aplican fuerzas suaves y constantes para estimular o inhibir ciertas áreas del hueso maxilar o mandibular.

  • Corrección funcional: Muchos tratamientos también ayudan a modificar hábitos perjudiciales que afectan el desarrollo facial (respirar por la boca, succión digital, deglución atípica, entre otros).

 

Beneficios de la ortopedia maxilar en niños

La ortopedia maxilar no solo tiene un impacto positivo en la mordida o la alineación de los dientes. Su efecto es integral y mejora aspectos tanto estéticos como funcionales:

🔹 Armonización del perfil facial: Al equilibrar el desarrollo de la mandíbula y el maxilar superior, mejora la proporción del rostro.

🔹 Prevención de problemas respiratorios y de lenguaje: Muchas alteraciones del habla y la respiración oral tienen origen en un paladar estrecho o un desarrollo óseo inadecuado.

🔹 Mejor masticación y deglución: Se facilita la alimentación y se reducen molestias digestivas causadas por una mordida incorrecta.

🔹 Reducción de tratamientos futuros: Un niño tratado a tiempo puede evitar la ortodoncia correctiva o incluso cirugías en la adolescencia.

 

Señales de alerta que no debes ignorar

Existen algunos comportamientos o características faciales que pueden indicar la necesidad de una revisión con el especialista en ortopedia maxilar:

  • Dificultad para cerrar los labios o permanecer con la boca cerrada en reposo

  • Respiración habitual por la boca

  • Paladar muy alto o en forma de «V»

  • Dificultades al pronunciar ciertas letras o sonidos

  • Mordida cruzada, abierta o sobremordida

  • Hábito de chuparse el dedo u otros objetos

  • Masticación solo por un lado de la boca

👉 Detectar estas señales a tiempo permite actuar antes de que los problemas se agraven.

 

¿Cuándo acudir al ortodoncista o especialista en ortopedia maxilar?

Los expertos recomiendan realizar una primera evaluación ortodóntica a los 6 años, aunque no existan síntomas evidentes. En esta etapa, los dientes permanentes comienzan a salir y los patrones de crecimiento óseo se hacen más claros.

Una revisión temprana incluye:

  • Exploración clínica

  • Evaluación funcional (respiración, masticación, lenguaje)

  • Estudios radiográficos si son necesarios

 

Conclusión: la prevención es la mejor aliada

La ortopedia maxilar permite intervenir en el momento exacto del desarrollo infantil para lograr resultados duraderos, naturales y menos invasivos. Detectar a tiempo los problemas y actuar con el tratamiento adecuado puede evitar complicaciones en el futuro.

Invertir hoy en el desarrollo facial y funcional de tu hijo es apostar por su bienestar integral. No se trata solo de una sonrisa bonita, sino de una mejor calidad de vida.

 

¿Quieres saber si tu hijo necesita ortopedia maxilar?

Solicita una valoración con un odontopediatra u ortodoncista especializado. Cuanto antes se diagnostique, más fácil será corregir.