Todo lo que debes saber sobre las muelas del juicio

¿Eres de ese porcentaje de la población que ha sufrido por culpa de las muelas del juicio? 

Tanto si tu respuesta es un sí, como si es un no, este artículo te resultará útil para conocer más datos sobre estas muelas, ¡así que continúa leyendo!

 

Las muelas del juicio es el nombre con el que se conoce a los terceros molares, ubicados en la parte posterior de la boca. La peculiaridad de estas muelas es que al ser las últimas en erupcionar o salir en la boca, muchas veces no tienen suficiente espacio y esto puede producir problemas diversos. Desde la inflamación de la encía que las rodea, caries en las propias muelas del juicio o/y de las muelas situadas justo delante, etc. En ocasiones y por la posición que ocupan en la mandíbula y en el maxilar pueden dar problemas hacia el oído, hacia la garganta, hacia la lengua, etc. que pueden cursar con molestias hasta dolor.

 

Dolor muela del juicio

 

Lo normal es que estas muelas aparezcan entre los 17 y 25 años (algunas veces a edades más tempranas, otras veces, más tarde). Por este motivo es por lo que se conocen como “muelas del juicio”, ya que a esta edad las personas tienen más juicio que cuando son niños (etapa en que aparece el resto de la dentición).

 

En algunos casos estas muelas no llegan a desarrollarse y hay personas que no las tienen. Otras veces se desarrollan pero no llegan a erupcionar o salir a la boca o no lo hacen completamente quedando “enclavadas”. En estos casos pueden aparecer los siguientes síntomas:

  • Encías enrojecidas o hinchadas.

  • Encías sensibles o sangrantes.
  • Dolor en la mandíbula y/o hinchazón en la zona posterior de la mandíbula.

  • Mal aliento
  • Un sabor desagradable y dificultad para abrir la boca.

  • Molestias en oídos.

  • Molestias en garganta.
  • Dolor de cabeza.

Cuando las muelas están enclavadas hablamos de que la muela está retenida, bien de forma parcial (sólo se aprecia una parte de la corona) o total (no atraviesa la encía quedando debajo sin llegar a salir a la boca).

Para determinar el estado de las muelas se requiere de un examen y radiografías dentales, idealmente una radiografía panorámica. 

Cualquiera de estos dos tipos de retenciones puede causar problemas, como daño en otros dientes, formación de quistes en el interior de la mandíbula, aparición de caries (dada la dificultad para limpiar esas muelas) o las ya mencionadas enfermedades en las encías. 

 

Por ello, es necesario valorar el alcance de los problemas que pueden dar las muelas y valorar si es conveniente realizar la extracción. Esta intervención se lleva a cabo por un cirujano bucal, bajo anestesia local. Dependiendo de la posición de la muela puede ser necesaria una pequeña palanca de presión para extraerla o en otras ocasiones es necesario abrir la encía y retirar el hueso que rodea la muela para poder extraerla, en estos casos serían necesarios puntos de sutura.

 

La aparición de estas muelas no se puede prevenir, pero visitando periódicamente nuestra clínica dental se puede supervisar su aparición y crecimiento y realizar los tratamientos más convenientes con el fin de que no aparezcan otros problemas. ¡No esperes y pide cita

 

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