Los ruidos en la articulación temporomandibular se consideran uno de los múltiples síntomas que forman parte de los trastornos de la ATM. Pueden ir desde un pequeño “click” al abrir o cerrar la boca, hasta chasquidos más fuertes, crujidos o incluso crepitaciones con un sonido similar al que se genera al andar sobre la nieve, al abrir y/o al cerrar la boca. A veces los ruidos van acompañados de dolor o alteraciones en los movimientos de la mandíbula. Otras veces son el único síntoma. ¿Deben ser tratados siempre?
La ATM o articulación temporomandibular es una articulación doble que une la mandíbula al cráneo. Funciona de forma sincronizada y facilita los movimientos de la mandíbula (apertura y cierre, movimientos laterales y adelante y atrás) necesarios para hablar, masticar, etc.
Como la mayoría de articulaciones de este tipo, la ATM se compone de varias estructuras: huesos, ligamentos, disco articular y el líquido sinovial que lubrica la articulación. El disco o menisco articular es un fibrocartílago que facilita los movimientos y estabiliza la articulación. Se sitúa entre ambos huesos (mandíbula y cráneo) de forma similar al menisco de la rodilla. En general, las alteraciones en el disco articular son responsables de los diferentes ruidos articulares. Estas alteraciones pueden ir desde un pequeño desplazamiento de la posición del disco hasta el desgaste o destrucción del mismo, con diferentes y variadas consecuencias.
Generalmente, cuando escuchamos ruidos al mover la mandíbula, la posición natural del disco articular se suele encontrar alterada y, esto, puede afectar al funcionamiento normal de la ATM. De hecho, muchas veces estos ruidos en el momento de producirse modifican el movimiento de la mandíbula.
Sin embargo, en otras ocasiones, sobre todo si no hay otros síntomas asociados como dolor o alteraciones en los movimientos mandibulares, los ruidos pueden no ser susceptibles de ser tratados. ¿En qué casos deberíamos consultar al odontólogo?
Los ruidos articulares deberían ser explorados por el odontólogo siempre, pero especialmente si están asociados a:
- Dolor localizado en la articulación.
- Dolor localizado o difuso en las inmediaciones (cabeza, oídos, mandíbula, etc.).
- Alteraciones en los movimientos mandibulares: si la mandíbula da un “salto”, o “se encaja” o no podemos hacer algún movimiento concreto junto con otras limitaciones en el rango de movimiento en general.
- Si llevamos una férula de descarga pero a pesar de todo escuchamos ruidos.
- Ruidos de reciente aparición que van a más.
Los ruidos articulares forman parte de un grupo de síntomas que tienen como denominador común los trastornos de la articulación temporomandibular.
Es por ello que tener ruidos en una o las dos ATMs puede ser un signo de un problema mayor. El diagnóstico es de suma importancia en estos casos porque, dependiendo de la patología concreta, será necesario instaurar un tratamiento antes de que el problema vaya a más.
En la Clínica Dental Yébenes contamos con odontólogos formados en Patología de la Articulación Temporomandibular que pueden diagnosticar tu caso y proponerte alternativas de tratamiento para solucionar los problemas en las ATMs. Trabajamos conjuntamente con fisioterapeutas que complementan los tratamientos indicados para este tipo de trastornos.
En cualquier caso, si te sientes identificado con alguno de los síntomas mencionados previamente, no dudes en acudir a tu especialista de confianza, quien te realizará una exploración para poder diseñar un tratamiento personalizado y adecuado.
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