Hoy en día, el bruxismo afecta a más de un tercio de la población española pero, ¿sabemos realmente en qué consiste?
El bruxismo, conocido comúnmente como “rechinar de los dientes”, se produce al apretar fuertemente los dientes maxilares con los mandibulares y, además, mover la mandíbula de atrás a adelante y hacia los lados, generalmente de forma inconsciente. Esta patología se puede producir tanto por el día como por la noche, siendo más frecuente durante la noche de forma inconsciente por lo que se hace más difícil de controlar.
Por ello, la mayoría de las veces la persona afectada no es consciente de que tiene bruxismo hasta que otra le advierte de que al dormir rechina los dientes, o es el dentista quien le informa tras realizarle una revisión dental rutinaria y observar ciertas señales.
Es importante tener en cuenta que el bruxismo, en función de su frecuencia, puede provocar desgastes extremos y dolor en la musculatura de la cara y en la articulación temporomandibular (ATM).
¿Cuáles son las causas?
Uno de los principales factores es el estrés, ya que las personas que tienen este hábito, por lo general, están expuestos a altos niveles de tensión física o emocional. La intensidad del bruxismo varía en función de las épocas, haciendo que la persona que lo padece rechine más los dientes cuando su estrés aumenta.
Otra de las causas más comunes son las alteraciones en los dientes, como por ejemplo un mal engranaje de éstos. Este factor, obliga al cuerpo a intentar adaptarse con el fin de mejorar la forma en la que los dientes encajan.
¿Qué consecuencias tiene esta patología?
Algunas de las consecuencias más comunes derivadas del bruxismo son:
● Dolor muscular en la zona de la cara
● Dolor de cabeza y de los músculos del cuello
● Dolor articular acompañado o no de chasquidos y ruidos
● En ocasiones molestias en oídos
● Pérdida de estructuras de los dientes: esmalte y dentina por desgaste
● Fracturas en los dientes
● Sensibilidad dental aumentada generalmente al frío
● Insomnio
¿Cómo se diagnostica?
La mejor forma de detectarlo a tiempo cuando se tiene la duda de poder estar sufriendo bruxismo es acudiendo a la consulta. A continuación, haremos una exploración completa junto con un estudio radiográfico para poder establecer un diagnóstico.
En algunos casos puede ser necesario hacer un electromiograma para poder determinar, en cada caso, con qué frecuencia y con qué intensidad se produce esta patología.
Tratamiento
A través de un estudio pormenorizado de las estructuras temporomandibulares, realizaremos el diagnóstico para definir el tratamiento más adecuado en cada caso. Los tratamientos del bruxismo están orientados a reducir el dolor muscular y/o articular, aliviar la presión sobre las articulaciones y los dientes, y evitar el hábito de rechinar los dientes para prevenir todos los problemas asociados a esta patología.
Los tratamientos más comunes son:
● Férula de descarga.
Las hay de diferentes tipos. Se utilizan para tratar la mayoría de los casos de bruxismo que se producen por la noche. La férula debe de estar bien ajustada y tener los contactos adecuados para no agravar el problema. Se trata de un aparato que se ajusta a la dentadura de cada paciente y debe colocarse durante las horas de sueño. Su función es llevar a la mandíbula a una posición concreta que permita relajarse y evitar que los dientes sean apretados y se produzca un desgaste. Esta posición concreta también protege la articulación de los movimientos inconscientes que se producen en la mandíbula.
● Restauración de los dientes
Los desgastes de un pequeño se podrán reparar mediante técnicas convencionales de odontología conservadora (empastes y obturaciones).
● Rehabilitación con prótesis.
En los casos más severos puede ser necesario restaurar los dientes mediante incrustaciones o coronas para recuperar la forma y función perdida de los dientes. En estos casos es importante que las restauraciones faciliten un engranaje adecuado de los dientes y favorezcan una posición articular correcta.
Esperamos que esta información os haya servido de ayuda para reconocer los síntomas del bruxismo. y acudir cuanto antes a visitarnos. ¡Te esperamos en la Clínica Dental Yébenes!