¿Cómo identificar un mal estado de nuestras encías?
Una buena salud de oral implica tener unos dientes en buen estado, es decir, unos dientes bien anclados en los huesos maxilares, sin movilidad, sin caries ni dolor y ausencia de inflamación en los tejidos que los rodean, en este caso las encías.
Las encías están compuestas por varios tipos de mucosa, similar a la piel, que cubre el hueso que sostiene a los dientes en el maxilar y en la mandíbula. En estado de salud óptimo las encías están bien adheridas a la superficie de los dientes y tienen un color rosa claro.
Si las encías tienen un aspecto rojizo o abultado, sangran al tocarlas con el cepillo o al pasar el hilo dental, de forma espontánea o al comer, pueden ser signos de inflamación o gingivitis.
La principal causa de las enfermedades de las encías es la acumulación de placa bacteriana alrededor de los dientes y en las diferentes zonas de las encías. Si no se eliminan las bacterias presentes en la placa mediante un cepillado correcto y el uso regular del hilo dental, éstas se acumularán y causarán una irritación y posterior inflamación o gingivitis, lo que es una fase inicial o temprana y reversible de la enfermedad periodontal.
Si la gingivitis no se trata, puede debilitar el sellado entre las encías y los dientes provocando un mayor acúmulo de bacterias. Una inflamación sostenida provocará alteraciones diversas en las encías. Para empezar el surco gingival, que es el espacio de 1 a 3 milímetros que hay entre los dientes y las encías, se hará más profundo y se formará un espacio llamado bolsa periodontal.
Si no se tratan estas bolsas entre las encías y los dientes pueden hacerse más profundas, acumularse más bacterias y desarrollar la inflamación hasta desembocar en una de las formas más graves de enfermedad gingival: la periodontitis. La periodontitis es una fase que implica destrucción del hueso y estructuras que soportan los dientes, es irreversible y puede llevar a la pérdida de piezas dentales.
Según estadísticas de la Federación Europea de Periodoncia el 10% de la población global presenta periodontitis avanzada. Esto son 743 millones de personas afectadas.
Hay otras señales de alarma que nos indican que algo no va bien en nuestra boca y que puede tener la causa en alguna enfermedad gingival. La hipersensibilidad al tomar cosas frías o calientes, el mal aliento, la movilidad excesiva (más de 1 milímetro), la separación o incluso la caída de dientes son signos que evidencian problemas.
Es importante tener en cuenta que existen factores que aumentan el riesgo de padecer una enfermedad de encías y la agravan cuando ésta aparece como son: el tabaco, el estrés, ciertas enfermedades generales (diabetes, problemas de corazón, hipertensión, colesterol alto, VIH, herpes, etc.).
Los cambios hormonales en las mujeres, el embarazo, la toma de anticonceptivos orales, la menopausia o, simplemente, tener antecedentes familiares de las enfermedades mencionadas, también puede favorecer la aparición de problemas gingivales.
¿Por qué es tan importante el cuidado de nuestras encías?
La relación entre nuestras encías y otras partes del cuerpo como el corazón es muy estrecha. Una encía en mal estado no sólo puede estar perjudicando nuestra salud bucal, sino también nuestra salud cardiovascular. Según una publicación de la Asociación Española de Cardiología, padecer periodontitis supone un 20% mas de riesgo en sufrir un infarto.
En este sentido, los odontólogos pueden advertirnos del riesgo de un posible problema cardiovascular a través del estado de nuestras encías. En este sentido prevenir problemas de encías ayuda a prevenir el riesgo de padecer en el futuro otras patologías.
En la actualidad, los tratamientos para combatir estas enfermedades peridontales son muy sencillos y variarán según el grado de la enfermedad que tenga cada paciente.
¿Cómo prevenir este tipo de enfermedades?
Para prevenir la gingivitis, su evolución a periodontitis y, en general, para conservar el estado de salud de las encías, lo mejor es mantener una correcta higiene bucal.
Nuestras recomendaciones son:
- Mantener a diario una buena higiene bucal. Es muy importante cepillarnos los dientes y encías 2-3 veces al día durante no menos de 4 minutos. Además del cepillado, es conveniente utilizar seda dental, cepillos interdentales y en ocasiones enjuagarnos con un colutorio específico si fuera necesario.
- Utilizar un cepillo de dientes adecuado y cambiarlo cada 3 meses o cuando las cerdas del cepillo se abran y pierdan flexibilidad.
- Acudir al dentista cada 6 meses para realizarse una revisión y valorar el estado de las encías. Deberá acudirse antes si la inflamación gingival persiste durante más de 2 semanas.
De este modo se reducirán las posibilidades de padecer estas enfermedades o, incluso, se podrán detectar precozmente para mejorar la salud en general y así evitar tratamientos largos y costosos.
En la Clínica Dental Yébenes puedes consultarnos cualquier duda al respecto de tu cuidado bucal, así como pedir cita para una revisión. Tu primera consulta es gratis, ¡te estamos esperando!